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  • Foto del escritorHumberto Correa

Eutanasia y otras cuestiones. Comentarios acerca de que opinan los uruguayos

A propósito de una encuesta del Sindicato Médico del Uruguay


El 6 de junio de 2020 se ha dado a conocer en internet la información de los resultados de la encuesta sobre Eutanasia y Suicido asistido (en términos más abarcativos “sobre algunas circunstancias del fin de la vida” ) que el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) encargó a Equipos Consultores. La muestra recogida, cuyos datos empleamos porque es pública, nos sirve para reflexionar y aventurar algunas conclusiones sobre asuntos que son muy importantes en sí, pero que van más allá de que se autorice o no la eutanasia.

En primer lugar transcribimos, ligeramente modificado de lo publicado (https://www.smu.org.uy/el-82-de-los-uruguayos-esta-de-acuerdo-con-la-eutanasia-y-el-62-con-el-suicidio-asistido-segun-encuesta-realizada-por-smu/) los objetivos y metodología y luego se resumen (Tabla 1) los resultados obtenidos.

La presente propuesta de investigación pretende generar conocimiento sobre las actitudes de los uruguayos y la información que manejan sobre diferentes asuntos relacionados con el fin de la vida y en especial sobre eutanasia suicidio asistido. Fue encargada por el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) a Equipos Consultores.

Sus objetivos principales fueron: establecer el conocimiento existente en la población sobre los derechos vinculados a la toma de decisiones sobre el proceso de muerte, conocer las actitudes de los uruguayos sobre el proceso de muerte y la ayuda médica a morir (eutanasia) e indagar en experiencias cercanas de la población vinculadas a la ayuda médica a morir y sobre la toma de decisión de familiares en estado terminal.

Metodología: características técnicas de la encuesta

Fecha de relevamiento: el trabajo de campo se realizó los días 13 y 14 de mayo de 2020 por un equipo de encuestadores de Equipos Consultores debidamente capacitados.

Universo: población mayor de 18 años residente en el Uruguay.

Forma de relevamiento: encuesta telefónica a celulares. La cobertura de telefonía celular en el universo de estudio supera el 90% en la actualidad. El muestreo de números de teléfonos celulares se realizó mediante el método de discado aleatorio (RDD).

Muestra: 402 casos efectivos.

Características de la muestra:

Sexo: femenino 53%,

Residencia: Interior 59%,

Edad (años) < 30: 23%, 30 a 44:27%, 45 a 59: 24%, 60+: 26%

Prestador de asistencia: privado 58%,

Religión: católica 42%. cristiana 15%, otra 4%, no religioso 36%,

Estado de salud: bueno o muy bueno: 84% (en el total y en ningún subgrupo por debajo de 75%).

Omito los datos de orientación política de los encuestados pues no siento que comentarlos agregue algo sustancioso a lo que yo puedo decir.

Tabla 1. MANEJO DE LA INFORMACIÓN Y DECISIONES SOBRE EL PROCESO DE MUERTE


COMENTARIO


Los objetivos de autoridades del SMU fueron averiguar la postura, pensamiento, percepción o sentimiento de los uruguayos referentes a algunos aspectos del final de la vida y su circunstancia. Suponemos que la iniciativa fue motivada seguramente por el resurgimiento del tema de la eutanasia, cuya reaparición actual estuvo dada por la presentación de un proyecto de despenalización de eutanasia en el parlamento. De cualquier forma ya se venía hablando mas insistentemente que en otros períodos (por la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva -SUMI- y Colegio Médico -CMU- entre otros) sobre algunos problemas éticos y existenciales relacionados con la asistencia de la salud en situaciones críticas a causa de la pandemia por coronavirus aunque desde otro punto de vista.


Creo que esta iniciativa del SMU es oportuna y muy importante y se la agradezco sinceramente como uruguayo. Existe un principio básico de servicio a los demás: cuando vamos a hacer un servicio, una ayuda, un gesto de fraternidad a otro (un bien) es muy conveniente primero averiguar si el bien que ofrecemos es el bien que el otro quiere o “cual bien” quiere. Y aquí “el otro” es la población. Esta encuesta es un intento –serio- de averiguar qué prefiere y/o necesita la población uruguaya en asuntos cruciales referentes al fin de la vida.


La muestra abarca una población ( 402 personas) en la que se encuentran representados y distribuidos en forma adecuada algunos de los diferentes subgrupos de nuestra comunidad mayor de edad, en cuanto a años de vida, género, lugar de residencia, estado de salud, sistema en que se asisten, nivel educativo y creencia religiosas. Se agrega también la orientación política lo cual nos sorprende un poco porque a priori no parece tener la congruencia con el tema que Sí la tienen otras variables: sobre todo estado de salud, edad, nivel educativo y religiosidad.


A continuación reflexiono acerca de y/o destaco aspectos de los resultados que me parecen relevantes:


SALUD: La población se considera en general con buena salud (84 %). Puede observarse que cuando se estudia por edad va desde un nivel excelente en el grupo más joven y desciende e progresivamente a lo largo de la vida, aunque en ningún subgrupo la calificación de “buena o muy buena” es menor de 75%. Es interesante ver que cuando se estudia por nivel de educación la autoevaluación es mucho mejor en el subgrupo con educación terciara que en los otros niveles. La primera comprobación parece corresponder a la evolución natural de la vida, pero la segunda tiene implicancia social importante y comprueba una vez mas que hay un grupo poblacional que tiene mas posibilidades para educarse que el resto y también más condiciones para mantener su salud en buen estado. Podía deducirse también que al adquirir más educación ese grupo cuida mejor su salud o tiene las posibilidades para ello. De cualquier forma parece ser una señal más que desde el punto de vista de la distribución social de lo “bueno” hay un desequilibrio que debemos corregir.


LEYES: Las relacionadas con la asistencia médica y el proceso de morir son ignorados o poco usados por la población. Refieren conocer bien la Ley de derechos de los pacientes solamente el 6%. En cuanto a Ley de voluntades anticipadas solamente la ha utilizado el 3% mientras el 23 % piensa firmarla. El resto no lo ha considerado o no la firmará.


RELIGION: el 60% aproximadamente refiere tener alguna creencia y afiliación religiosa pero esta influye en su vida en forma importante solamente en poco más del 40%. Las religiones se asocian entre otras cosas a dos creencias fundamentales: la existencia de una divinidad con autoridad supra humana que gobierna el mundo y la vida, y la existencia de algún tipo de vida después de la muerte. Era de esperar que estas creencias influyeran decisivamente en los pensamientos acerca de las formas del fin de la vida y condicionaran las respuestas haciendo pesar o depender fuertemente de aquellos factores principalmente. Sin embargo la gran mayoría de los encuestado ( independiente del subgrupo que se trate) se pronunciaron en forma que traducen a mi entender una gran libertad personal para decidir sobre si mismos en problemas cruciales.


INFORMACION DEL MEDICO: Si generalizamos los datos de la encuesta podríamos concluir que los uruguayos han adquirido bastante autonomía y van perdiendo el miedo a la muerte ya que el 93% exige que el médico le diga toda la verdad de lo que padece (que le explique, le hable). Las personas quieren conocer exactamente lo que les aqueja. En la pregunta siguiente el encuestador punza más al encuestado y le pregunta si sería lo mismo en caso de enfermedad mortal. A ello y el 73% contesta que quieren saber igual. Los que responden asocian la familia al saber de su estado (en un gesto de unión grupal) pero privilegian su propia persona pues reclaman recibir ellos la verdad cruda y desfavorable, y luego agrega la familia en el 50% de los casos. El uruguayo parece querer tomar las riendas de su posesión más preciada: él mismo.


ANALGESIA. SIEMPRE CALMAR EL DOLOR. Los encuestados quieren que se le calme totalmente el dolor al paciente terminal y sufriente a cualquier precio, incluso al riesgo de que el medicamento analgésico y sedante termine con su vida (recordar el famoso principio del “doble efecto”).

LIMITAR EL TRATAMIENTO CUANDO NO HAY ESPERANZA. El 69 % de los encuestados acepta y prefiere que en caso de una enfermedad en estado sumamente grave, sufriente y sin esperanzas no se prolongue artificialmente la vida. Esto es específico de una situación y está en consonancia con el tema y procedimiento denominado “Limitación/adecuación de la terapéutica” que se practica en CTI, en consenso con los familiares. La situación es la siguiente: cuando un paciente critico ha sido tratado correctamente durante el tiempo suficiente e igual se encamina lentamente hacia la muerte – en general en coma- sostenido por los aparatos y medicamentos de sustitución o potenciación de funciones (respirador artificial, drogas inotrópicas, diálisis y otros) , los integrantes del equipo tratante acuerdan entre si que continuar manteniéndolo inútilmente con vida es empecinado e inhumano y retiran los tratamientos con intención curativa y sostén pero mantiene todas las medidas paliativas de sedación y analgesia. Entonces el paciente muere antes por su propia enfermedad que terminaría con él de cualquier forma. Esa manifestación de la comunidad es una buena notica que colaborará en disminuir el estrés de los intensivistas y posiblemente los acerque más a los familiares.


EUTANASIA Y SUICIDO ASISTIDO. En este punto es crucial el tipo de pregunta y como está formulada. Aquí se ha preguntado: “Cuándo una persona tiene una enfermedad en fase terminal, que causa grandes sufrimientos y le causará la muerte en poco tiempo, ¿cree usted que la ley debería permitir que los médicos pudieran poner fin a su vida y a sus sufrimientos si esta persona lo solicita libremente” Lo importante de la pregunta son los conceptos de irreversibilidad, muerte en corto tiempo, sufrimiento intenso o insoportable y libertad. Subrayo todo esto considerando la importancia de todos los prerrequisitos y resguardos que se toman en los países en que es permitida y que la postura ética y humana exige. Uno desearía a priori explicar ampliamente el concepto cada vez, pero concuerdo totalmente con que no se le pude hacer una pregunta “que sea un tratado” a un encuestado. Concuerdo también en que la formulada aquí contiene elementos muy claros para contextualizar la opinión..Las respuestas dan como resultado que la gran mayoría de los uruguayos está de acuerdo con la eutanasia y con el suicidio asistido siempre que se den las condicione para ello: 82% favorable contra 15 desfavorable para autorización de eutanasia y 62% versus 34 para autorización de suicidio asistido.


HABLAR SOBRE EL FIN DE LA VIDA. Llama un poco la atención que teniendo tan claramente decidida la opinión sobre estos temas, los uruguayos en su gran mayoría ( 70%) e independientemente de la edad, la situación de salud o el nivel educativo ,no hayan hablado con otro muy cercano o de confianza sobre el fin de sus propias vidas. Muy pocos han señalado las condiciones en que querrían morir si se dieran circunstancias como las que se tratan en esta encuesta. No han dialogado casi. Pienso…. ¿No habrán reflexionado nunca sobre este asunto fundamental de la vida como es su fin? .Solo el 29%del total (llegó al 45% en algún subgrupo) al parecer lo habló posiblemente haya sido con …. amiga o amigo, padres , hijos o pareja. Asimismo solo el 6% sabe del registro de voluntades anticipadas y solo el 3% ha firmado el documento.


En SUMA: una mayoría importante de los encuestados está a favor de calmar totalmente el dolor de los que sufren por enfermedad gravísima incurable, de correr el riesgo de que los medios empleados para ello puedan causarle la muerte, de saber totalmente la verdad acerca de las enfermedades que eventualmente padezcan aunque sean mortales, de decidir acerca de realizarse o no tratamientos que les propone el médico y de que debe despenalizarse eutanasia y suicidio asistido.

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