Reflexiones de una alumna de Humanismo Médico
Valentina Ventura
Alumna de Humanismo Médico III (4º año, 2020)
El duelo es un proceso que tiene lugar tras la pérdida, fallecimiento, de un ser querido o de una persona allegada a uno. Al ser un proceso, comprende varias etapas que, a grandes rasgos, son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Es un proceso diferente para cada uno por lo que las etapas se pueden vivir en cualquier orden, unas pueden tardar más que otras y no necesariamente se tiene que pasar por las cinco, por lo que, no todos logran pasar por la etapa de aceptación de una perdida,. Por ello muchos no logran superan todas las pérdidas que tienen en el correr de su vida
Considero que, en primera instancia, es fundamental aceptar la muerte para poder lograr transitar por todo el proceso de duelo de una mejor manera, y en segunda instancia, aceptar como algo natural el dolor y los sentimientos que nos genere la perdida. Aceptar la muerte ya que es parte de la vida y porque es lo único certero que tenemos cuando nacemos y en algún momento vamos a morir. Hay que aceptar el dolor, ya que siempre va a estar presente, uno siempre va a echar de menos a los seres queridos cuando los pierde, pero se aprende a manejar el dolor y hacerlo parte de la vida de cada uno.
En la evolución de la sociedad ha habido cambios en cómo se maneja el duelo en las personas. A diferencia de lo que ocurre en general hoy en día, años atrás lo habitual era fallecer en la casa de uno, rodeado de muchas personas allegadas, ya fueran familiares, amigos o vecinos. A los funerales antes concurrían personas de todas las edades, incluyendo niños. Hoy en día lo habitual, en nuestra sociedad, es que uno al tener una enfermedad terminal, o que es probable que lleve a la muerte, fallezca en centros de salud, donde se rodea de pocos familiares que no están siempre presente, y los velatoriosson en funerarias a los cuales concurren familiares y pocas personas allegadas, y generalmente no concurren niños. Lo que ha ocurrido a lo largo del tiempo hasta llegar a lo que ocurre hoy en día, es un alejamiento voluntario de la muerte, y una despersonalización de la misma. Nos alejamos de las personas que están por fallecer, que fallecen y también de la palabra “muerte” debió a que, en nuestra sociedad actualmente, este es un tema tabú.
En nuestra sociedad se habla poco de la muerte porque, además de ser biológico, es un tema filosófico, es decir, posee infinitas preguntas que no tienen respuestas y es lo que lleva a un desbordamiento psicológico de preguntas y cuestiones que hacen que la mayoría de los seres humanos le teman a la muerte y no hablen de ello.
El principal factor que influye en ese “huir” de la muerte es la incertidumbre sobre todo lo referente a ella, el no saber que ocurre durante y después de fallecer, que siente uno, el no saber si existe algo más que solo el cese de los signos vitales y el fin de la vida. Cuestiones todas estas y otras más, que siguen y de seguro seguirán sin respuesta.
Deberíamos de aprender a convivir con la incertidumbre no solo sobre la muerte sino sobre todo en nuestras vidas, ya que siempre formará parte y no hay nada que pueda hacer uno al respecto. Por ello, considero que el aceptar la muerte y saber que no se puede hacer nada respecto, es una pequeña parte de lo que ayudaría a transitar el duelo por la perdida de un ser querido. Esto aplica igual para los médicos.
Cuando al médico se le muere un paciente, también transita por un duelo al igual que cualquier otra persona que pierda a un ser querido, pero este difiere en ciertos aspectos ya que la relación médico-paciente es diferente al resto.
A partir de entrevistas que realizamos a médicos de diferentes especialidades, diferentes lugares de trabajo y años de carrera, pudimos destacar ciertos aspectos que influían en el duelo del médico al perder un paciente. Por una parte, el proceso y evolución del duelo, dependerá de factores asociados con el paciente como su edad, la enfermedad que padecía, si ésta era terminal o no, y el vínculo generado con el médico, y por otro lado, factores que están asociados al medico como es la especialidad en la que este desempeñe su rol, sus años como profesional, su personalidad, cuanto haya hecho por el paciente, y no menos importante, cuanto empatice con este.
La edad del paciente es un factor que influencia el duelo del médico ya que no es lo mismo que sea un niño, quien es enérgico, activo, vivaz, y debido a su corto tiempo de vida no debería de morir, a un adulto mayor, quien ya vivió de seguro un montón de momentos, por lo que a una edad avanzada ya nos preparamos para la muerte o por lo menos es algo que se espera que ocurra. Este factor también es acompañado por la especialidad que ejerza el médico, como por ejemplo pediatría en donde los médicos se relacionan con los niños, o en geriatría donde se relacionan con los adultos mayores. Por otra parte, la especialidad que ejerza el médico es un factor que determinara su duelo, ya que existen otras especialidades que están en menor contacto con el fallecimiento de pacientes, como por ejemplo oftalmología, y otras al contrario, que están más expuestas a ello, como lo es oncología.
Los años de carrera que el medico tenga como profesional influirán en el tránsito de su duelo ya que, los médicos son capaces de lograr manejar la muerte de una mejor manera con el tiempo, a diferencia de sus primeros años como profesionales. También observamos que la forma de encarar el duelo dependerá, y mucho, de las capacidades y estrategias de afrontamiento personales y la calidad de los apoyos durante el impacto del duelo., Algunos médicos pueden controlar y manejar de mejor manera o más rápido, los sentimientos y emociones provocadas a causa de la muerte de un paciente, independientemente de los años de carrera.
El vínculo creado con el paciente y la empatía por este están muy relacionados con los sentimientos del médico a consecuencia de su pérdida.. A su vez la empatía y el grado del vínculo también influyen en las acciones que se tomen para ayudar al paciente con su enfermedad, y si esta es terminal, con aspectos como el paliar su sufrimiento lo más que se pueda para que muera lo más dignamente posible.Incluso, muchas veces el medico es un estimulador o intermediario del paciente para ayudarlo a realizar ciertas cosas antes de morir, como por ejemplo, reunirlo con algún familiar del que quiera despedirse. Otras veces es un apoyo para el paciente a enfrentar la muerte. En este último punto entran en juego las religiones, lo cual, en general, es lo que les brinda seguridad a las personas, por lo que se debe de estar al tanto de si el paciente pertenece a alguna religión y si así es, en estas situaciones, contar con el apoyo de esta con el fin de que el paciente transite el proceso de su muerte lo mejor posible.
Como conclusión, como médico no solo se tiene que estar preparado para transitar un duelo al perder un paciente, lo cual cada uno aprende como manejarlo, sino que también para enfrentar la muerte, tanto como profesional como en forma personal, porque ésta siempre va a estar presente en nuestra vida diaria.
La muerte genera en el ser humano un proceso denominado duelo, y ese interviene en la vida del que lo vive de un modo u otro lo que lleva a que cambie, reorganice o restablezca su vida. Es necesario estar preparación para la muerte por el hecho, que fue mencionado anteriormente, de que como médicos, muchas veces seremos el apoyo de los pacientes, los cuales al igual que todas las personas, tiene sus preguntas, miedos, y todos los demás sentimientos que genere la muerte. Aunque gran parte de sus preguntas no sean posibles de contestar, si es posible proporcionarle apoyo ante dicho proceso y hacer lo posible para disminuir su sufrimiento.Desde mi punto de vista considero, que para ello, uno tiene que estar preparado profesionalmente y tener una aceptación personal ante la muerte.Y aunque exista una especialidad encargada de atenuar el sufrimiento de pacientes terminales, como lo son los cuidados paliativos, cualquier medico puede hacer lo posible para que su paciente muera con dignidad.
Devolución de su tutora, Dra. Melanie Isern
¡¡Vale muy buen trabajo!!.
Tienes facilidad para crear un relato de forma ordenada e ir relacionando los temas párrafo a párrafo. Me alegra mucho que hayas podido captar la idea de que la vivencia del duelo es muy personal, por lo tanto, diferente en cada persona y debemos permitirnos expresar los sentimientos en lugar de reprimirlos. También que hayas concientizado lo importante que es comprender esos sentimientos en el otro que experimenta un duelo o que se encuentra próximo a su propia muerte. Analizaste muy bien los factores del paciente y del médico que influyen en la experiencia del duelo de éste último cuando un paciente pierde la vida. Quiero destacar tu participación en la clase ya que aportaste pensamientos muy valiosos que gatillaron la línea de pensamiento de tus compañeros, destaco unas de las últimas frases de este escrito “…uno tiene que estar preparado profesionalmente y tener una aceptación personal ante la muerte.” y “cualquier médico puede hacer lo posible para que su paciente muera con dignidad” me deja muy conforme que hayas llegado a estas conclusiones y comprendas la importancia del tema.
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